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Un Manojo de Premios y Los Caprichos de Una Reina

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El pasado mes de mayo fui nuevamente llamado a filas para ejercer de juez, en lo que ya es un histórico concurso de vinos, me refiero a los “Premios Manojo”. Único certamen nacional oficial dedicado a los vinos elaborados por bodegas cooperativas, bajo la impecable organización de Urcacyl.

En esta, su XVII edición se alcanzó la cantidad de 517 vinos participantes, procedentes de 13 comunidades autónomas, los cuales pasaron por un panel de cata compuesto por 48 catadores venidos de toda España y que este año contaba con el periodista Javier Pérez Andrés como presidente del Jurado.

Tordesillas es la ciudad elegida por la organización para el desarrollo de este concurso y  una flamante y luminosa sala del Hotel Los Toreros, el lugar idóneo por donde desfilaron todas las muestras, divididas en las siguientes categorías: 25 cavas y espumosos de calidad; 42  semisecos y dulces; 118 blancos jóvenes; 59 rosados jóvenes; 92 tintos jóvenes; 62 tintos jóvenes roble; 79 tintos crianza y 40 tintos reserva.

PREMIOSTres sesiones de cata dieron como resultado 65 vinos finalistas, los mejores valorados de todas las categorías, que acudirían a la gran final el 14 de junio (ya que es un concurso a dos vueltas) y del que salieron los siguientes premiados: http://www.premiosmanojo.com/ganadores/

Reconozco que me gusta asistir a concursos de vinos y mucho más de este calibre. Me gusta por lo que pasa en las copas, por conocer gente del vino y sobre todo por saludar a los ya conocidos. Además en esta ocasión, y estando en Tordesillas, había alguien muy especial a quien abrazar, Ignacio, que como buen anfitrión nos tenía una grata sorpresa, te cuento: Ignacio, el protagonista del asunto, es de ese tipo de gente que te encuentras en el mundo del vino y con la que conectas desde la primera botella, gente a la que regalas tu amistad porque ellos lo hacen mucho antes; Gente de la que aprendes gracias a su generosidad de compartir saber y sabor, en definitiva, gente buena que afortunadamente queda y mucha.

Después de una larga mañana de cata, Ignacio dijo: “vamos hasta mi tienda un

ignacio a la derecha y a la iz el presidente de los sumilleres de Valladolid Juan José Alejos
Ignacio, a la derecha de la foto, con el presidente de los Sumilleres de Valladolid, Juan José Alejos

momento” y claro, como  dice el bolero: “si tú me dices ven, lo dejo todo” y para allá nos fuimos una veintena de amig@s del vino. Os puedo asegurar que aún tengo la boca abierta de la sorpresa que me llevé… como siempre he oído hablar a Ignacio de su tienda… Su Tienda… Pues lo que me esperaba era una tienda de vinos tal cual, aunque confieso que dada la sensibilidad del susodicho me temía lo MEJOR, y así fue, “Los Caprichos de la Reina Juana” van más allá de ser una tienda llena de botellas, cajas de madera a modo decorativo y vinilos cansinos en las lunas, ¡no! El local rebosa magia, encanto, enfoque y muy buenas intenciones. Diferentes espacios perfectamente ordenados, donde no cuesta encontrar lo que buscas y lo que no. Una sintonía perfecta de productos enogastronómicos de primer nivel, bajo el amparo de un profesional de altura. Quizás la explicación de esa sintonía perfecta la encontremos en que el bonito edificio que ocupa este oasis GASTRO, fue en su día el museo de la radio. La oferta está dispuesta, como digo, en varias salas, donde se puede elegir, o elegir y disfrutar in situ, ya que Ignacio ofrece la posibilidad de tomarte allí la botella elegida (incluido: amplia mesa, buena luz,  excelentes copas y mucha tranquilidad). Es de esos sitios donde encuentras la solución a una visita inesperada o cuando surge la improvisación, me llevo un vino, unas buenas conservas, un micuit, unas carrilleras, un chocolate… Todo ello con precios contenidos y de regalo los sabios consejos de un sumiller de libro. Haciendo buena la frase: “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” está Roxana, compañera de viaje de Ignacio, con esa habilidad femenina para hacer que todo brille, notándose su estilo y buen gusto en cada rincón de “Caprichos de la Reina Juana” y con la paciencia de la mujer de un sumiller.

Terminaré manifestando una verdad como un templo: que afortunados son en Tordesillas al tener un establecimiento como “Caprichos de la Reina Juana”, pero sobre todo por tener unos vecinos como Roxana e Ignacio.

PD: Como sé que también te gusta la cerveza, decirte que en la planta superior tiene una colección de cervezas de casi 3000 botellas.

Estate atento a su web y RRSS porque organiza catas, catas maridajes, eventos, etc

www.caprichosdelareinajuana.com

 

Aúpa!!

 

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